La comunicación escrita, a diferencia de la oral o verbal, no está sometida a los conceptos de espacio y tiempo. La interacción entre el emisor y el receptor no es inmediata e, incluso, puede llegar a no producirse nunca, aunque aquello escrito perdure eternamente. Por otro lado, la comunicación escrita aumenta las posibilidades expresivas y la complejidad gramatical, sintáctica y léxica con respecto a la comunicación oral.
La primera escritura, fue la cuneiforme o pictográfica con símbolos que representaban objetos. Posteriormente se desarrollaron elementos ideográficos.
a comunicación escrita
La composición como parte de la comunicación escrita lleva mucha creatividad y sensibilidad en sus textos ya que es la expresión de un trabajo por un individuo para demostrar su manejo del idioma y el tema, con ésta se intenta lograr que los estudiantes desarrollen la imaginación y creatividad. Sus características son: narración, reelaboración de acciones, creatividad, subjetividad, interpretación, emotividad, estilo personal e intencionalidad de entender. Últimamente se ha dejado atrás la tendencia del análisis y la lógica por medio de los trabajos escritos en los colegios de educación secundaria y lo han reemplazado por otros métodos como la matemática. Aunque tengan la misma finalidad, en este caso la metodología escrita les ayuda más a desarrollar mejor el lenguaje.
En una narración el emisor relata hechos pasados, ésta algunas veces se ve afectada ya que se suele utilizar la subjetividad y esto distorsiona la realidad de los hechos, al ser percibida de una forma personal, y ser contada desde este punto de vista puede tener incongruencias con el verdadero hecho.
Es verdad que tantos los animales como los seres humanos nos distinguimos del resto de los seres (tanto vivos como inertes) por nuestra forma de comunicarnos; pero también es cierto que Dios le ha dado al ser humano esa capacidad casi ilimitada de expresarse; cuando definimos el término “comunicación” la mayoría de los individuos sólo se imagina a dos o más personas dialogando tranquilamente, intercambiando ideas y sentimientos de manera oral. La idea no es errónea pero sí incompleta, no existe un solo tipo de comunicación mediante la cual expresamos sentimientos, pensamientos y emociones; dentro de estas alternativas contamos con la comunicación oral, gestual, corporal, escrita, eficaz, simple, etc. Los procesos comunicativos para que sean eficaces deben adaptarse al contexto en donde los estamos practicando y también al tipo de persona, en especial si no referimos a la comunicación oral. Este tipo de comunicación se caracteriza por tener un único código (el idioma) y por utilizar un canal de transmisión que pocos nombran, el aire; la comunicación oral es la más antigua, se da entre dos o más personas. Decimos que es la más antigua de todas por el simple hecho de que al no existir imprenta, la noticias o los comunicados eran “cantados” por lo juglares, por ende lo único que se utilizaba aquí eran la cuerdas vocales y el aire para transmitir los mensajes.
Una forma de contactarse
La comunicación oral, como cualquier tipo de comunicación se destaca por un simple motivo, mantiene contactados a los seres humanos, si comprendemos a la perfección el mecanismo que se utiliza en la misma, nos daremos cuenta, a su vez, por que ejercer correctamente el idioma es tan importante. El lenguaje nos sirve para construir nuestras ideas, para hacer volar nuestra imaginación y para contactarnos con los demás, la comunicación oral fue la primera y hasta un largo tiempo la única, a medida que los años transcurrieron el hombre se dio cuenta que esta forma de contacto podía modificarse con el objetivo de alcanzar a una mayor cantidad de personas, es así como luego nace la comunicación escrita. Aunque nos parezca gracioso, la comunicación oral hace mucho tiempo consistía sólo en gritos y gestos, luego creció para convertirse en un medio rico y hasta complejo; debemos reconocer que la capacidad de transmitir información o el conocimiento adquirido por vía oral resultó un aspecto decisivo para la creación de lo que conocemos hoy como “cultura”. La comunicación oral nos ha dejado un legado incalculable de valores, normas, hábitos y técnicas que los seres humanos desempeñamos cotidianamente.
La comunicación escrita junto con la oral son los dos tipos de comunicación principales; aunque tenemos muchas más divisiones de éste término, estas dos son las más relevantes; en la mayoría de los casos la comunicación oral se encuentra acompañada de una tipo gestual, esto se debe a que para los seres humanos nos resulta inevitable gesticular cuando hablamos, es una característica espontánea y muy flexible. A lo largo de este documento describimos las ventajas de esta forma de expresión, pero debemos tener en cuenta que la misma posee limitaciones, entre las mismas encontramos la más evidente, la incapacidad de difundirse fuera de ciertos límites. La comunicación oral sólo puede alcanzar los límites de la voz, o de algún instrumento que haga de ésta un sonido más potente, pero a diferencia de la comunicación escrita, no puede traspasar distritos, regiones o fronteras. Otra de las desventajas es la interpretación, ¿Cuántas veces hemos peleado o discutido por malinterpretar o confundir un mensaje?. La comunicación oral debe ser clara, y para eso debemos estar atentos a lo que se nos comunica escuchando cuidadosamente, en el caso de no entender el punto de la charla se debe pedir al emisor una aclaración. Por último y es aquí donde citamos una frase muy conocida, este tipo de comunicación puede ser negada, todos conocemos la expresión “a las palabras se las lleva el viento”; al no existir documentación que confirme o corrobore lo que se ha dicho, entonces puede ser negado por cualquiera de nosotros.
Para lograr una comunicación oral eficaz es necesario tener en cuenta varios aspectos; el fundamental involucra al idioma mismo; las personas que se comuniquen deben hacerlo a través de un único lenguaje cuyos semas remitan para ambos la misma cosa. Otro de estos aspectos es la escucha, en especial si estamos en un contexto infestado de ruidos o interrupciones; por ultimo, en caso de no entender correctamente lo que se ha transmitido, debemos pedir una repetición del mensaje. Aunque esto parezca obvio, las personas suelen quedarse con aquello mal escuchado y con sus propias ideas sobre lo escuchado, en lugar de solicitar la debida ratificación. Al fin de cuentas, saber expresar sonidos no lo es todo..
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